Este 8 de marzo conmemoramos un año más el “Día Internacional de la Mujer”. Rodeados de lucha y reivindicación, los Cristianos y Cristianas Socialistas sin embargo, creemos que es un día también necesario para la reflexión sobre el papel de la mujer dentro de la Iglesia Católica.
Somos las mujeres quienes básicamente llenamos los templos, participamos de la catequesis, educamos a nuestros hijos e hijas en valores cristianos, participamos y mejoramos el día a día de nuestras comunidades, las mujeres somos parte importante e imprescindible en la labor social, y un referente indiscutible y salvaguarda de la actitud más genuina en el ejercicio de la Fe.
Ante esta realidad, sin embargo, hoy en día se les siguen cerrando muchas puertas dentro de la Iglesia. En los tiempos que vivimos, ante el avance de la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad actual, hoy les sigue asignando un papel secundario en la Iglesia. Se hace necesario un avance real en su reconocimiento y valoración, superando palabras de comprensión, que luego nunca tienen reflejo en hechos reales.
Reclamar hoy un “nuevo tiempo” para las mujeres en la Iglesia es una justa, necesaria e imprescindible reivindicación.
La Iglesia debe abrirse a la realidad de las mujeres y adaptar su papel al tiempo en que vivimos. No se quiere comprender, al analizar el papel de la mujer en la Iglesia desde una perspectiva histórica, cual fue el verdadero papel que Jesús asigno a las mujeres, superando la realidad de su tiempo, produciendo en su círculo más amplio las mujeres, que estas fueron aceptadas en igualdad de condiciones que los hombres.
Pero si importante es reivindicar un “nuevo tiempo” para las mujeres en la Iglesia, lo es mucho más denunciar el tiempo actual que les toca vivir bajo el argumento de la crisis. No es casual que el desempleo entre las mujeres haya crecido a un ritmo superior al de los hombres. No es casual que sean las mujeres quienes se enfrentan solas, muchas veces, al drama familiar del paro y la marginación social.
Porque no es casual, se necesitan políticas de igualdad, de fomento del empleo o de conciliación de la vida personal y familiar que cambien la situación actual que sufren las mujeres en una España sumida en una crisis económica, pero también social y de valores.
La derecha española ha evolucionado hacia posiciones ultraconservadoras mientras este país avanzaba en derechos y libertades, y los incorporaba a su vida cotidiana. Derechos y libertades que hoy le están siendo arrebatados sin permiso.
Están frustrando las expectativas de muchas mujeres jóvenes. Y es que el recorte del Estado del Bienestar, más el avance en políticas ultraconservadoras, arrasan las conquistas conseguidas durante estos años de democracia. Esta combinación entre crisis e ideología ultraconservadora es letal para los derechos de las mujeres, y solo ofrecen un camino: redescubrir que solo se le dé valor como persona en la vida en el hogar, y no así en su participación como persona adulta y responsable en la sociedad en las mismas condiciones que los hombres.
Desde Cristianos Socialistas PSM PSOE negamos validez a que estas políticas ultraconservadoras puedan tener el amparo o la justificación desde los valores de nuestra Iglesia. No tienen, ni pueden tener, base en los valores que defienden las Iglesias cristianas.
Por eso, en este 8 de marzo, pedimos un nuevo tiempo para la mujer en la Iglesia, que deje claro que las políticas de la derecha más rancia contra los avances en los derechos de la mujer, no pueden tener el aval de los valores que nos enseñó Jesús.
CRISTIAN@S SOCIALISTAS PSM PSOE
