martes, 17 de diciembre de 2013

¿Por qué soy cristiano?

Un cristiano, militante del PSOE (concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Algete (Madrid) se pregunta y responde en su blog "¿Por qué soy cristiano?". Respondiendo a todos aquellos que miran con duda o sorpresa la doble militancia de quien es socialista en la Iglesia y cristiano en el mundo.


Este artículo fue publicado en el blog personal de Jorge Rodríguez.
Son muchos los que me preguntan por mi condición de doble militancia como socialista y cristiano. Aunque ya les anticipo que el ser seguidor de Cristo no es cuestión de militancia o carnet.

Hoy dedico este post a responder una pregunta: ¿Por qué soy cristiano?

A esta pregunta añado otra. La que se hace José Antonio Marina, ¿Por qué tengo que introducir una referencia religiosa en una vivencia laica?

Todo gira alrededor de mi decisión de no creer que la razón pueda responder a todo en esta vida. No quiero que solo lo material que me rodea marque mí día a día. Quiero en mi esfera privada negarme a creer que el mundo “es así”. Quiero ser algo más que una bacteria y rechazo la simplicidad de que lo humano es algo más dentro de la naturaleza. Esto último, simplista concepto de la existencia humana que nos lleva a trivializar el origen de la vida y la propia muerte.


La esfera privada en que se mueve mi Fe entiende que mi deseo de no trivializar la vida o la muerte no puede imponerse al resto de ciudadanos. Entiendo que, como dice Eckhart, “Dios nace en mi alma”. Pero no entiendo que en mi esfera privada alguien quiera influir desde la esfera pública o que lo publico rechace la influencia de unas creencias religiosas que mayoritariamente influyen en la vida de las personas.

Hago mías las palabras de Marina cuando dice “Jesús proporciona una interpretación de Dios, de la dimensión divina de la realidad, que encaja perfectamente con mi modo de entender el mundo, y que puedo por tanto acoger. Dice que al Absoluto no se le puede conocer pero que se le puede realizar. Dios es acción creadora (bondadosa) y quien realiza esa creación participa de Dios, colabora con Él”.

En este punto introduzco el concepto de “justicia social”. Justicia que busca el cristiano para encontrar a Dios. Acción bondadosa que nos permite seguir la palabra que Jesús nos dejó, que no nos permite tener la evidencia cierta de la existencia de Dios, pero que nos permite estar cerca de Él ejecutando su plan de bondad y amor para este mundo. “La búsqueda de Dios se transforma en búsqueda de la justicia”.

Una doble búsqueda que me permite, porque Jesús nos lo promete, que el bien acabe venciendo sobre el mal. Seguir a Cristo es vencer a la muerte. La doble búsqueda de Dios y de justicia social me acerca al “Reino de Dios”. Reino que los cristianos “aceleramos” su “venida” (carta de Pedro) cuando cumplimos con nuestra tarea encomendada. La tarea de comportarnos con la bondad manifiesta y realizadora de la divinidad. La búsqueda del bien que es búsqueda de Dios.

Los cristianos socialistas entendemos que esa búsqueda pasa por reencontrarnos con las propuestas de cambio y transformación de la sociedad, donde quienes menos tienen tengan las mismas posibilidades que el resto.

El mundo cristiano responde a la crisis política, económica y social de la actualidad con un compromiso claro por la justicia social y el trabajo desde la opción evangélica por los pobres.

Participamos de la vida pública (de la política), porque la creencia religiosa no puede ser ajena de la esfera pública.

“Siempre he defendido que el mensaje de Jesús nos une por encima de los acontecimientos y nos sitúa más allá de cualquier opción política. Pero el evangelio no se identifica con ninguna opción política concreta, de manera que cada uno debe determinar cuál es la que a su juicio defiende mejor sus principios, es decir, las ideas de libertad, justicia, solidaridad y paz” (Francisca Sahuquillo, mayo 2007, artículos).

Mi opción política es la del social cristianismo. Integrado en el PSOE como militante pero sin renunciar a mi condición de miembro de la Iglesia Católica.

Es cierto que como católico son muchas las críticas que se nos pueden realizar por la burocratización y el dogmatismo imperante en la Iglesia actual. Pero mi pretensión es no romper con los lazos que me unen a mi Iglesia, a la vez que busco en mi vida privada orientarme y seguir el ejemplo de Cristo que me lleva a luchar por una sociedad más igualitaria y más justa.

Una lucha social, un movimiento social cristiano, en el que vinculamos la Fe y la política a unas mismas motivaciones, entre las que resaltan el aspecto humano y la solidaridad por encima de otros elementos.